miércoles, 29 de junio de 2011

Vocación Vs Carrera

-Lo importante de la vida no es donde estoy, sino para donde voy.
 Es aquí donde empezamos hablar acerca de la vocación que en un futuro nos deparará el destino, siempre hay que vivir la vida esperando algo a cambio de ella, debemos mirar hacia el frente en busca de todas las cosas que podrán venir, hayan o no tropiezos en ese camino, porque si nos quedamos en un mismo punto no avanzaríamos ni progresaríamos y para mí la vida así sería un poco absurda. Por ello la existencia de un ser humano se parece mucho a la de un cíclico, que fue una persona a la que los dioses le impusieron un castigo, su castigo era el de tener que subir una roca a lo alto de una montaña, y siempre estando ya en la cima ésta caía y sin embargo él tenía que volver a intentarlo, es un ejemplo muy claro de lo que cotidianamente pasa a diario, la roca son las oportunidades que la vida presenta que aunque en algunos casos sean de nuestra conveniencia cuando menos esperamos nos fallan; pero esto no quiere decir que porque algunas cosas nos salen mal no tenemos que seguir mirando al frente y buscando muchas cosas más, aunque el hacer tantas veces esto, lo de caer y volverse a levantar empieza a parecer absurdo y no solo eso, sino tantas cosas que conforman la vida de un ser humano, de cierto modo la vida del ser humano es absurda es como pensar en el hecho de que ¿para qué tendemos la cama si la vamos a destender más adelante? ¿Para qué lavamos la loza si la vamos a volver a utilizar? son pensamientos tal vez un poco mediocres pero la verdad es que de cierto modo es absurdo intentar arreglar algo que de cierta manera siempre va a terminar con un mismo fin, y en el caso del ser humano tanta lucha, tantos sacrificios para llegar a un mismo punto, éste el único que es seguro para todos: La muerte.


Entonces es aquí donde empezamos a cuestionarnos nuestra existencia para qué esforzarnos tanto en la vida si al final vamos a morir y no vamos a terminar sino siendo cadáveres. Es cierto el hombre nació para ejercer y cumplir con muchas posibilidades pero la única que siempre termina siendo cierta es de que en algún momento ya no estaremos aquí y dejaremos de existir.


Debido a esta angustia existencial se vienen también problemas filosóficos, como encontrar razones para vivir o para morir, pero de cierto modo queramos o no tener que vivir la vida debemos hacerlo, porque estamos aquí y pase lo que pase vamos a seguir aquí hasta que llegue el momento de nuestra muerte. Las cosas tal vez hubieran sido un poco distintas si cada persona tuviera la posibilidad de decidir si quería o no llegar al mundo a vivir la vida, pero como es imposible estar en el vientre de nuestra madre y pedirle que no nos tenga porque aún no queremos vivir, ella se encarga de traernos al mundo a hacer parte de éste viviendo cada momento y procurando siempre encontrar situaciones de felicidad para que asi le encontremos sentido a todo lo que hacemos.
Por tanto no es nuestra decisión sí vivir o no la vida, porque simplemente nos toca y no depende de nosotros ya que ésta funciona dentro de ti (todo tu organismo tiene vida) por más que se desee no se puede parar de vivir excepto con la muerte. Entonces encontramos tres maneras de vivir la vida 
  1. Se puede vivir sin vivir, estar vivo por fuera pero muerto por dentro.  En pocas palabras esto se asemeja a vivir sin ganas, a vivir sin tener sueños, metas, aspiraciones, no  tener ideales, simplemente vivir porque tocó y porque no tenemos otra opción.
  2. Se puede vivir dejándose vivir la vida.  Esta hace referencia a dejar a la sociedad que vivan mi vida, que tomen todos decisiones por mí, que ellos sean los que me dicten lo que tiene que ser mi existencia, porqué  yo tuve o tengo miedo de querer creer, de pensar, de soñar, de imaginar, de proponerme lo más alto y por esos miedos quedé en lo más bajo.
  3. Se puede vivir la vida con un proyecto de vida. Significa vivir con vocación, decidir por mí mismo lo que quiero o no hacer, decidir lo que quiero ser, los sueños y metas que quiero cumplir para así llegar a lo más alto.
Teniendo ya esas maneras de vivir la vida es cuestión de cada quien elegir cual es la que desea realizar y con esta ya guiarnos hacia nuestra vocación y la carrera hacia la que aspiramos, pero en realidad la vida es más grande que una carrera, la misión de todos es saber que se quiere hacer con nuestra vida, porque cada quien decide lo que quiere estudiar pero no decide lo que quiere ser y lo más importante en la vida no es vivir para llegar a ser un gran profesional sino vivir para llegar a ser una gran persona. Así que la pregunta no vendría a ser qué carrera quieres estudiar sino pensar y preguntarse por la calidad de ser humano  que vas a ser.
Sin embargo vivir la vida como misión no es fácil, la verdad es que la vida cuesta la vida, y hay realidades que la hacen difícil vivir como:
  1. La vida no fue una elección sino una decisión que tomaron por nosotros y aunque sea difícil debemos vivirla.
  2. No solo no pedimos vivir, sino que no pedimos ser quien somos. Es decir, no decidimos donde nacemos, la familia en la que estamos, el sexo que tenemos. Nos haya gustado o no, tocó aprender a vivir lo que eres.
  3. La vida implica sentir, pues desde que nacemos, lloramos, sentimos hambre, en general se sienten muchas cosas y eso nunca es problema.
  4.  La vida es difícil porque se deshace continuamente. Un claro ejemplo son los cumpleaños, aunque para cada quien los cumpleaños siempre son una celebración puesto que es la manera de agradecer que haya llegado al mundo, son también restar años de esa vida.
Estas son algunas cosas entre otras, pero siempre hay que pensar positivamente porque la vida es una gran oportunidad, y todo puede ser posible mientras vivamos, nada es imposible lo único absoluto es la muerte que es la ausencia de las posibilidades pero aún estando ella debemos vivir la vida al máximo porque solo hay una vida y esa vida me toca decidirla a mí y vivirla plenamente cada día desde hoy como si fuera el ultimo para llegar a ser quien esperamos ser y darle a nuestra vida la existencia que deseamos.